Andre Van Lysebeth «Aprendo Yoga»

Perfeccionar un asana no tiene que ver con ir más lejos en la postura, o estirar mas los músculos, sino con intentar “… mantener un ritmo constante a través de todos los movimientos de nuestra sesión de yoga, para llegar a concentrarnos casi automáticamente y evitar las distracciones. En efecto, es imposible estar distraído si vigila esta uniformidad del ritmo, porque son tantos los grupos musculares diferentes que deben tomar sucesivamente el relevo unos de otros, que una escapada de la mente se hace difícil. Domine el movimiento, contrólelo en todo momento, guarde su mente concentrada, tranquila y serena, para descubrir así el verdadero yoga, para experimentar cada día una alegría renovada durante sus asanas… el yoga no busca acrobacias. Mejore su técnica, tienda hacia la soltura y comodidad tanto en el movimiento como en la inmovilidad, y jamás el yoga se volverá fastidioso o monótono, por el contrario, le apasionara cada vez más. El dominio absoluto de la mente sobre el cuerpo será su meta y recompensa, y resultara de su práctica asidua y perseverante. En todo momento permanezca atento a relajar un máximo de músculos, utilice el mínimo de fuerza durante la fase dinámica, permanezca rigurosamente inmóvil durante la fase estática, sin ninguna contracción parasita.”

 

 Mircea Eliade “Tecnicas del yoga”

“… la asana confiere una estabilidad al cuerpo y al mismo tiempo reduce al mínimo el esfuerzo físico. De este modo se evita la sensación irritante de fatiga, el debilitamiento de ciertas partes del cuerpo, se regulan los procesos fisiológicos con lo cual se permite a la atención que se ocupe exclusivamente de la parte fluída de la conciencia. Al principio, la asana es incómoda e incluso insoportable. Pero con una cierta práctica, el esfuerzo de mantener el cuerpo en una misma posición resulta mínimo. Ahora bien, y esto es de vital importancia, el esfuerzo ha de desaparecer, la posición meditativa ha de resultar natural; solo así se facilita la concentración.”